domingo, 14 de febrero de 2016

¿Qué es el enoturismo? – De la mesa a la viña

Turismo enológico, turismo del vino o enoturismo, son tres formulas distintas para nombrar una única realidad: llevar y mostrar al turista la riqueza y cultura vitivinícola de una región o zona. Dicho de esta forma puede quedar demasiado esquemático como para hacernos una idea precisa, así que entremos en materia:


Desde que el fenómeno “Turismo” apareció como hecho global, al alcance de casi todos durante el pasado siglo, la idea de descansar o desconectar del trabajo y la rutina viene aparejada con una etiqueta cultural de enriquecer nuestras vacaciones con una dedicación o propósito que nos lleva a elegir uno u otro destino con la excusa (¡cómo si hiciera falta!) de una vivencia provechosa: safaris, conocer una ciudad, practicar un idioma…

Como hijo directo del turismo rural, el enológico casa a la perfección la pasión por los vinos con sus orígenes en los mismos viñedos, de esta forma, todos los que disfrutamos con los placeres de la vid, podemos realizar un viaje inverso al que realizan los caldos, dejándonos llevar hasta la misma tranquilidad de la que disfrutan las cepas a pie de campo en sus naturales entornos.

Quizás, cansados del camino que recorrieron nuestros abuelos desde los pueblos a las ciudades, tratamos de recuperar un equilibrio con lo natural que nos lleva no solo a conocer nuestros propios orígenes, sino también el de los productos que consumimos. A medida que aumentan nuestro bienestar y tiempo libre, crece ese deseo de conocimiento de disfrutar de la naturaleza de las cosas.

El vino, por todo aquello que lo diferencia de una región a otra y su propio espíritu envuelto en tradición, solera y magnificencia, se ha convertido en un embajador de lujo de las tierras que lo vieron nacer, invitando a todos los allegados a conocer sus paisajes, climas y bodegas. Propuesta difícil de rechazar cuando nada lo impide.


Por lo general, las rutas enológicas suele estar organizadas alrededor de una Denominación de Origen, que muestra con orgullo el entorno en el que nacen y crían sus caldos. En los últimos años muchas bodegas se han reformado ofreciendo servicios hosteleros en sus propias instalaciones así como visitas guiadas que muestran los pasos y secretos que van desde las mismas raíces y terruños hasta llegar a la copa de cristal donde a modo de cata, suele ser el punto álgido de la visita.

Campos, pueblos y comarcas quedan perfectamente entrelazados de la mano de sus rutas del vino. Rincones, caminos y tradiciones perfectamente indicados para que, de la pasión por los tintos o blancos, no se pierda ningún detalle el visitante y al regresar a casa y abrir una botella, pueda evocar y sentir toda la riqueza que da el conocer los secretos encerrados bajo el corcho.

P.S. - Un paso más allá es la Vinoterapia, que no consiste en beber vino como alguno pudiera creer ;-) , sino en las facultades terapéuticas que encierran algunos tratamientos corporales realizados con una base de vino. Esto queda para otro día.


Salud!


Disfruta del vídeo que he seleccionado:











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